CREATIVE EFFECTIVENESS
ARTURO CASA-CE-000416
| Cliente o Anunciante | Arturo Calle |
| Producto | Arturo Calle |
| Inscrita por | Dirley Polo |
Mario Lagos, Sergio Leon, Hugo Corredor, Giovanni, Martinez , Director Creativo General
Diego Fernando Forero, Nicolás Acosta , Director Creativo Ejecutivo
Emerson Martinez , Director Creativo
Nicolás Téllez , Redactor
Maria Alejandra Baquero, Jose Alejandro Gutierrez , Director de Arte
Carolina Mejía Molina , Director de Cuenta
Nicolás Jaramillo Schmedling , Ejecutivo de Cuenta
Sebastian Quiroga , Planner
Lina Duarte, Stephania Carrillo , Otros créditos
Arturo Calle, una marca de moda colombiana, tuvo que cerrar sus tiendas y luchar por mantener a sus empleados para enfrentar las crisis del COVID19. En medio de este complejo escenario, Arturo Calle encontró cómo pasar de ser un simple “retail” de moda a convertirse en una marca con propósito, logrando ser la compañía con mayor reputación del país durante la extensa cuarentena.
Objetivo principal.
Mitigar el impacto corporativo de Arturo Calle, cuando la categoría se contraía en más de 50% y las personas no estaban interesadas en saber de moda.
Mientras todas las marcas se dedicaban a separar sus logos, hablar de distanciamiento social y dar discursos publicitarios esperanzadores (aunque irónicamente despedían a sus empleados o les reducían su sueldo), Arturo Calle apostó por mantener a sus más de 6.000 empleados durante la pandemia.
Para demostrar que su propósito iba en serio, lo primero que hizo la marca fue renunciar al apellido de su fundador, uno de sus activos más importantes. Pasó de llamarse ARTURO CALLE a llamarse ARTURO CASA, invitando a todos a dejar la calle y a quedarse en sus hogares.
Una vez convertidos en ARTURO CASA, se creó un movimiento en redes para agradecer a todos los que tenían que permanecer en la calle haciéndole frente a la pandemia. Al mismo tiempo, se creó una línea especial de trajes antifluidos para el personal médico que luchaba contra el virus.
Mientras la atención del país se centraba en este movimiento del cuidado mutuo y la protección de lo esencial, se creó la campaña REAL BASICS, una invitación a comprar sólo lo más básico del catálogo online de ARTURO CASA con el único objetivo de ayudar a los empleados. Cada una de estas prendas llegaban con una carta de agradecimiento de uno de los trabajadores de la compañía.
Distintas celebridades apoyaron esta causa, sin ningún tipo de invitación ni retribución económica. En sus mensajes no sólo agradecían las iniciativas, sino que señalaban que sus próximas compras iban a ser en Arturo Calle (hasta una reconocida actriz dijo que se iba a vestir con ropa de la marca, así vendiera sólo ropa para hombres). Manuel Teodoro, un reconocido presentador, se ofreció para crear contenidos que hacían homenaje a las manos colombianas detrás de los productos de la marca y que invitaban a apoyar la industria colombiana.
Finalmente, cuando la cuarentena se hizo menos estricta, se dio la reapertura de algunas de las tiendas, acompañada de un mensaje del fundador, homenajeando a los empleados y pidiéndole a los colombianos apoyarse para salir adelante y, por encima de todo, cuidarnos los unos a los otros.
Así, pasamos de ser una tienda tradicional, con pocos vínculos emocionales con los colombianos, a ser una de las corporaciones protagonistas durante la pandemia, demostrando que ponerse del lado de las personas será siempre siempre un buen negocio.
Arturo Calle se convirtió en la marca con mayor reputación en Colombia durante la cuarentena, siendo reconocida por el 31% de los colombianos como la marca con mayor compromiso para mitigar el impacto social y económico del COVID19 (en un contexto donde las otras marcas líderes del estudio invirtieron miles de dólares en campañas publicitarias y donaciones).
La venta mensual en los canales digitales de Arturo Calle se incrementó en un 1.536% durante el periodo de implementación. La marca pasó de tener 2 mil comentarios orgánicos en canales digitales en 2019 a tener, en sólo tres meses, 96.000 comentarios orgánicos (+4700%). Únicamente con contenidos orgánicos repartidos en Facebook e Instagram, se logró un alcance de 1.587.000 colombianos durante el primer mes de la iniciativa.
La campaña Arturo Casa fue compartida orgánicamente por líderes de opinión, periodistas e influencers, lo que le hubiera significado un costo de inversión aproximado de: $83.445 USD. El hashtag #GraciasDesdeCasa fue tan exitoso, que otras instituciones lo adoptaron, inclusive marcas de moda. Según el alcance y los resultados logrados el valor estimado del costo de la campaña sería de $270.000 USD.
Mitigar el impacto corporativo de Arturo Calle, cuando la categoría se contraía en más de 50% y las personas no estaban interesadas en saber de moda.
Mientras todas las marcas se dedicaban a separar sus logos, hablar de distanciamiento social y dar discursos publicitarios esperanzadores (aunque irónicamente despedían a sus empleados o les reducían su sueldo), Arturo Calle apostó por mantener a sus más de 6.000 empleados durante la pandemia.
Para demostrar que su propósito iba en serio, lo primero que hizo la marca fue renunciar al apellido de su fundador, uno de sus activos más importantes. Pasó de llamarse ARTURO CALLE a llamarse ARTURO CASA, invitando a todos a dejar la calle y a quedarse en sus hogares.
Una vez convertidos en ARTURO CASA, se creó un movimiento en redes para agradecer a todos los que tenían que permanecer en la calle haciéndole frente a la pandemia. Al mismo tiempo, se creó una línea especial de trajes antifluidos para el personal médico que luchaba contra el virus.
Mientras la atención del país se centraba en este movimiento del cuidado mutuo y la protección de lo esencial, se creó la campaña REAL BASICS, una invitación a comprar sólo lo más básico del catálogo online de ARTURO CASA con el único objetivo de ayudar a los empleados. Cada una de estas prendas llegaban con una carta de agradecimiento de uno de los trabajadores de la compañía.
Distintas celebridades apoyaron esta causa, sin ningún tipo de invitación ni retribución económica. En sus mensajes no sólo agradecían las iniciativas, sino que señalaban que sus próximas compras iban a ser en Arturo Calle (hasta una reconocida actriz dijo que se iba a vestir con ropa de la marca, así vendiera sólo ropa para hombres). Manuel Teodoro, un reconocido presentador, se ofreció para crear contenidos que hacían homenaje a las manos colombianas detrás de los productos de la marca y que invitaban a apoyar la industria colombiana.
Finalmente, cuando la cuarentena se hizo menos estricta, se dio la reapertura de algunas de las tiendas, acompañada de un mensaje del fundador, homenajeando a los empleados y pidiéndole a los colombianos apoyarse para salir adelante y, por encima de todo, cuidarnos los unos a los otros.
Así, pasamos de ser una tienda tradicional, con pocos vínculos emocionales con los colombianos, a ser una de las corporaciones protagonistas durante la pandemia, demostrando que ponerse del lado de las personas será siempre siempre un buen negocio.
Arturo Calle se convirtió en la marca con mayor reputación en Colombia durante la cuarentena, siendo reconocida por el 31% de los colombianos como la marca con mayor compromiso para mitigar el impacto social y económico del COVID19 (en un contexto donde las otras marcas líderes del estudio invirtieron miles de dólares en campañas publicitarias y donaciones).
La venta mensual en los canales digitales de Arturo Calle se incrementó en un 1.536% durante el periodo de implementación. La marca pasó de tener 2 mil comentarios orgánicos en canales digitales en 2019 a tener, en sólo tres meses, 96.000 comentarios orgánicos (+4700%). Únicamente con contenidos orgánicos repartidos en Facebook e Instagram, se logró un alcance de 1.587.000 colombianos durante el primer mes de la iniciativa.
La campaña Arturo Casa fue compartida orgánicamente por líderes de opinión, periodistas e influencers, lo que le hubiera significado un costo de inversión aproximado de: $83.445 USD. El hashtag #GraciasDesdeCasa fue tan exitoso, que otras instituciones lo adoptaron, inclusive marcas de moda. Según el alcance y los resultados logrados el valor estimado del costo de la campaña sería de $270.000 USD.
